GENERACIÓN DEL 900.
Se le llama “Generación del 900”, a un grupo
de escritores uruguayos que hicieron públicas sus obras en torno al año 1900. Dentro
de este grupo de intelectuales, se encuentran: Delimira Agustini, María Eugenia
Vaz Ferreira, Julio Herrera y Reissig (en la poesía); José Enrrique Rodó,
Carlos Vaz Ferreira (ensayo); Horacio Quiroga, Carlos Reyles, Javier de Viana
(narrativa); Florencio Sánchez (teatro); entre otros.
La generación del
900 surge en un contexto histórico-social que se caracteriza por el ascenso de
la clase media y por el liberalismo político. Es la época en que nace el
batllismo, en torno a la figura de José Batlle y Ordóñez quien asume en el año
1904.
La literatura alcanza, en ese entonces, un momento de
especial plenitud, se cree que la generación del 900 es la edad de oro de
nuestras letras. Los intelectuales se reúnen en cenáculos literarios como: La
Torre de los Panoramas, a cargo de Julio Herrera y
Reissig, o El Consistorio del Gay Saber, integrado por Horacio Quiroga y otros
jóvenes. También son lugares de encuentro los cafés como por ejemplo el Polo
Bamba, el Café Moka y el Sarandí; al igual que la casa de Vaz Ferreira.
Las
revistas adquieren relevancia como medios de expresión y difusión cultural, son
las primeras publicaciones de los escritores. Eran ellos quienes las dirigían;
Rodó fue uno de los que dirigió la Revista de Literatura y Ciencias Sociales,
Horacio Quiroga la Revista de Salto, y Julio Herrera y Reissig la Nueva
Atlántida.
Además, esta
generación se caracterizó por:
1)
Sus
integrantes fueron autodidactas, esto quiere decir que no tuvieron formación
universitaria, a excepción de Carlos Vaz Ferreira.
2)
Se
conocieron entre ellos.
3)
No hubo
un jefe de fila, ni un cabeza de grupo.
4)
Se
reunieron en cafés y en cenáculos literarios.
5)
Se
vieron influenciados por el Modernismo en mayor o menor medida.
El Modernismo fue un movimiento de fines del
siglo XIX y principios del XX, se caracterizó por el manejo de una nueva
temática preocupada por lo nuevo, lo moderno a través de un nuevo uso del
lenguaje. Una de las manifestaciones más claras del Modernismo, fue el
Decadentismo caracterizándose por la búsqueda de lo raro, lo exquisito, lo
insólito, lo asombroso. Como consecuencia de esto algunos escritores se afilian
al Dandysmo, el “dandy” es un retador y provocador, se caracteriza por el
rebuscamiento en el vestir (corbatas, sombreros, chalecos de extravagante
fantasía). En sus gestos públicos el Dandysmo
es arrogante, desmesurado, escandaloso.
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